La suerte estuvo de su lado. Por el tipo de accidente que fue, podría no haber sobrevivido. Una pequeña ave rompió el parabrisas de una pequeña avioneta en el medio de un viaje que realizaba un experimentado piloto, que solo sufrió heridas menores en su cara, y quien logró aterrizar sin problemas.
El vidrio izquierdo se deshizo en el aire.
Una filmación en el interior de la aeronave registró el instante en el que el pájaro, cuya especie no pudo ser identificada, se estrella contra el vidrio de la cabina donde estaba Robert Weber, el piloto.
El episodio ocurrió el fin de semana mientras Weber volaba su aparato cerca del aeropuerto de Page Field, cercano a Fort Myers, Florida. "El parabrisas explotó. Lo primero que se me vino a la mente cuando empecé a volar fue, justamente, solo volar el maldito avión", explicó a la prensa el hombre que logró, luego, aterrizar sano y salvo.
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