Dubai, que acaba de obtener la organización de la exposición universal de 2020, ofreció un gigantesco espectáculo pirotécnico.
Burj Khalifa, la torre más alta del mundo, que culmina a 828 metros, se iluminó a la medianoche, con un espectáculo de seis minutos de duración.
Al mismo tiempo, Burj al-Arab, un hotel presentado como el más lujoso del mundo, contribuía al espectáculo, que encendió con colores el cielo del emirato.
Con este espectáculo, con 400 sitios de lanzamiento y 200 técnicos encargados.
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