La cancelación, por primera vez en 27 años, unos días después de que la Corte Internacional de Justicia ordenara el fin de la polémica práctica
No obstante, el país seguirá cazando ballenas en otras zonas, en particular, en el Océano Pacífico norte, agregó esta fuente. El lunes, la CIJ, con sede en La Haya, determinó que el programa científico de la Antártida esconde una actividad comercial por lo que Tokio debe revocar las actuales licencias para la captura de ballenas. Australia, con el apoyo de Nueva Zelanda, llevó a Japón ante la CIJ en 2010 en un intento de poner fin a estas prácticas en la Antártida.
Tokio recurrió a una artimaña legal tras la prohibición de 1986, dotando el programa de un interés científico para poder seguir matando a estos cetáceos con fines comerciales. Sin embargo, nunca fue un secreto que la carne de estos animales podía acabar en el plato de los consumidores. Japón también tiene otro programa ballenero que escapa a la prohibición. La próxima campaña en el Antártida empezaría a finales de este año. La última concluyó el mes pasado. Según las autoridades australianas, Japón capturó más de diez mil ejemplares entre 1987 y 2009.
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