Esto Creo: 05 Diciembre 2.011.-
“Que quién las haga, las pague”
En días, el pueblo de San Antonio Oeste,
elegirá sus autoridades municipales, y en el mismo acto comicial a los
Convencionales que modificarán y ampliarán nuestra Carta Orgánica Municipal COM,
verdadera “hoja de ruta” del gobierno comunal y herramienta vital para el
desarrollo de nuestro solar y felicidad de quienes en el vivimos.
Desde el anuncio
original a esta convocatoria, expresé mi preocupación por la simultaneidad de
dichos acontecimientos, porque el menor sentido común, surgido del conocimiento
de quienes son los actores de la actividad política en cada rincón de nuestra
localidad, me hizo pensar, y lo sostengo, que el escenario principal será
ocupado por los cargos electivos en el gobierno comunal, dejando los cargos de
convencionales en una posición subalterna o menor y no acorde a la importancia
de lo que de ellos se puede y se exige esperar.
Si bien ya están
los nombres de convecinos que aspiran por medio de los partidos políticos, ocupar
esos cargos, no es menor la “agenda” de temas a considerar, sobre todo teniendo
en cuenta dos aspectos básicos: 1° que la COM que de esta convención surja, no
podrá ser “retocada” o “modificada” hasta por lo menos dentro de unos 20 años;
y 2° que sobre el acierto o fracaso de la misma, recién nuestros nietos podrán
ser los verdaderos jueces.
Al respecto de
los temas a incorporar o modificar en la COM, considero desde mi simple
perspectiva de ciudadano común y corriente, que no sería para nada malo, que al
igual que ocurre con cualquiera que practique cualquier actividad profesional,
técnica, comercial, industrial, productiva, a cualquier nivel, individual,
grupal o como sea, que cuando se equivoca o “Chambonea” se hace cargo y
“levanta los muertos” que con su accionar o falta de él provocó.
Es decir
incorporar a nuestra COM un artículo que establezca categórica, enfática y
simplemente, que por cualquier perjuicio que un empleado, jefe o funcionario,
de carrera, elegido o paracaidista cause por acción o falta de ella a nuestro
municipio – y digo “nuestro” porque entre todos lo sostenemos- lo tenga que
afrontar desde su peculio y patrimonio. Esto redundará, ante la obligación de
tener que hacerse cargo de sus errores, en una mejor calidad de la prestación y
servicio municipal y una integral protección del patrimonio colectivo que
administra el municipio. Es importante sostener que la norma debe ser muy
clara, concisa, escueta y categórica, que no se preste a “alambiqueos
abogadiles “ ni a un festival de interpretaciones que desdibujen la obligación
concreta de “hacerse cargo”, ya que hemos visto pasar a muchos que devastaron
las arcas comunales y trataron de justificarse bajo la generosa manta de una “decisión
política”, que los exime de pagar lo que con su accionar o falta de él
provocaron en el patrimonio de todos los sanantonienses. Esta seguramente será
una de las herramientas que desde la nueva COM, permitirá, qué aquello que no
se haga bien sea por convicción o conciencia, se lo haga como corresponde,
porque si no deberá pagarlo, ni más ni menos.
Su abuela y la
mía, tan sabias en su simpleza, seguramente estarían de acuerdo en lo que aquí
propongo, porque en definitiva no es nada más ni nada menos que cumplir con una
de sus simples consignas que con tanto amor en nuestra tierna y remota infancia
nos inculcaron: “Que quién las haga, las pague” Julio Ramón ALCALDE.-
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