Por María Belén Gutierrez Sieiro

DIARIO POPULAR realizó una lista con los productos que sí o sí deben adecuarse a esta normativa para continuar en el mercado. Mirá

Lo que no sabías de las grasas trans

Con la entrada en vigencia, este miércoles, del cambio en el Código Alimentario Argentino, varias empresas deberán desde este miércoles regular el contenido de grasas transen la fabricación de los alimentos. Esto significa que si quieren evitar una posible sanción, las compañías deberán adecuarse a la normativa.

Este tipo de grasa se encuentra en los alimentos elaborados industrialmente con aceites vegetales parcialmente hidrogenerados, entre los que se encuentran.

1. Snacks: en este rubro entran las clásicas papas fritas, los chizitos, los palitos y todo tipo de productos de copetín, ya que contienen entre 8 a 10 por ciento de grasas trans.

2. Galletas: de acuerdo con una investigación realizada por la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC), una de cada tres tiene ese ácido. El 68% de las galletitas dulces rellenas lo posee. Les siguen los bizcochos y galletitas variadas.

3. Pizzas: una sola rebanada podría contener hasta 2/3 partes del límite recomendado. Si a eso se le suma algunos ingredientes como el salame o una ración extra de muzzarella, la cifra podría ser mayor.

4. Margarinas: Antes era vendida como un producto saludable. Sin embargo, se sabe que para que logre una consistencia sólida, requiere de aceite hidrogenado. Pueden contener entre un 25 y un 35 por ciento de grasa.

5. Barritas de cereales: según un estudio realizado hace algunos años por el INTI, más del 60% de las marcas las contienen, algo sumamente preocupante, si se tiene en cuenta que muchos chicos también la consumen.

6. Hamburguesas: precisamente están consideradas comida chatarra por la alta cantidad de materia grasa que posee. Si te gustan y no querés padecer problemas de colesterol, es preferible recurrir a las caseras que sean elaboradas con carne picada magra.

7. Panificados: al tener altas dosis de manteca, aceite y margarinas son fuente de grandes cantidades de este ácido graso.

8. Alimentos fritos: Si las frituras que comes en tu casa tienen una cuota importante de grasas trans, imagínate lo que pueden albergar los alimentos que ingerís en restaurantes y casas de comidas rápidas donde fríen los productos una y otra vez en el mismo aceite.

9. Baños de repostería: de acuerdo con el estudio realizado por la FIC, el 83,3 por ciento analizado superaba el límite establecido.

10. Alfajores: después de los baños de repostería, el 20 por ciento de estas golosinas también sobrepasaban las cantidades de grasas estipuladas.

"Los ácidos trans se pueden encontrar en determinados carnes y en aceites vegetales hidrogenados. También se encuentran presentes en la grasa de la leche y en la de las carnes de vaca y de cordero", afirmó la Lic. María Inés Somoza, Jefe de la División Nutrición de la Fundación Favaloro. De acuerdo a datos arrojados por la Organización Mundial de la Salud, la ingesta máxima de ácidos grasos trans debería ser menor al uno por ciento del total de calorías consumidas diariamente.

Vale aclarar que la norma no estipula que se deje de usar este tipo de grasa. Lo que dice es que el contenido no debe ser mayor al 2% del total de grasas en aceites vegetales y margarinas destinadas al consumo directo y a 5 por ciento en referencia al resto de los alimentos.

Sin embargo, según una investigación realizada por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), con esta modificación se evitará anualmente hasta 1500 muertes asociadas a enfermedad coronaria, 2880 infartos agudos de miocardio y más de 1000 anginas inestables, totalizando más de 5000 eventos coronarios agudos.

Además, permitirá un ahorro anual para el sistema de salud que puede llegar hasta 100 millones de dólares asociados al tratamiento y seguimiento de estos casos.

Los especialistas destacan que Argentina es el primer país de Latinoamérica en introducir una política de este estilo sobre las grasas trans y que la medida resultará efectiva por su capacidad de llegar a toda la población, incluidos los niños.