Esto
Creo:
San
Antonio Oeste, San Antonio Este y El Cruce; el futuro del turismo zonal les
reserva un lugar de privilegio, siempre y cuando actuemos en tiempo y forma.
Llegando
a su fin una temporada turística que desnudo las fortalezas y debilidades de
nuestro balneario, los hechos, ante los cuales se derrumba cualquier teoría,
vienen demostrando paulatina y sostenidamente que Las Grutas, está llegando a
su techo, en cuanto a la relación oferta / demanda, por parte de nuestros
visitantes, al tiempo que nuestra ciudad, el puerto del este y El Cruce de las
rutas 3 y 251, se van convirtiendo, casi silvestremente, en opciones que día a día
se consolidan.
Las Grutas paradojalmente convoca y expulsa
visitantes. Sus playas, fuera de toda duda, las mejores de la costa patagónica,
con su atiborramiento de vendedores ambulantes bullangueros e inacabables,
sumado a la estridente música de paradores y otras fuentes, logran una
cacofonía que según entiendo nada contribuyen al descanso y esparcimiento de
nuestros visitantes.
Esto provocó que muchos turistas, vaya a saber cómo se
enteraron, ya que no hay cartelería o información que dé cuenta de esto, se
llegaron hasta nuestra marea, para disfrutar de las playas aledañas al puerto
pesquero municipal, “los tamariscos”; “el Arbolito de Salas”; “Punta Verde”; “la
mar grande”; “el canal del indio” y las playas de nuestro puerto de San Antonio
Este: “La Conchilla”; la boca de la bahía; “Punta Perdices” y “el saco viejo”,
buscando la tranquilidad que Las Grutas les niega.
Este es, desde mi criterio, aquí y ahora el “estado
del arte”, o la situación, que cualquiera que se arrime a los lugares referidos
podrá constatar, pero, siempre los hay, ya están repitiendo las mismas
situaciones que hicieron que esos visitantes cambiaran de lugar para disfrutar
en paz de estas playas. Es preciso tomar medidas al respecto porque hay un
potencial que puede ser, bien aprovechado muy interesante para nuestros vecinos
de SAO y SAE y lo peor que podría pasar es repetir los errores que hicieron que
esto ocurriera.
Este crecimiento ha sido absolutamente silvestre y es
preciso, ante la difusión que estos lugares van a tener en boca de quienes los
han disfrutado, comenzar a trabajar en serio, profesional y organizadamente,
para que se conviertan en lo que ya son “destinos turísticos” y no simples
recaladas circunstanciales. Nuestra ciudad cuenta con un importante acervo
histórico, cultural, social, comercial, hotelero, gastronómico, de servicios y
recreativo que bien puede atender la demanda. Pero para esto, es preciso
ordenarla, sistematizarla y dirigirla, para que seamos “actores” no “espectadores” de la bonanza que pueda
producir, es decir inversiones, trabajo, movimiento económico y prosperidad,
cuidando, de paso, que a nadie “le crezcan los colmillos” en esta coyuntura.
El municipio cuenta en su seno con profesionales y
técnicos que, junto a “las fuerzas vivas” de la comunidad, bien pueden elaborar
un proyecto adecuado a nuestros recursos y posibilidades para ponerlo en marcha
gradualmente, evitando el “champurreo”; “chantada” e improvisación y teniendo
en claro que lo sencillo, no habilita falta de higiene o precariedad.
El concejal Fabrio Mirano, ya abrió la puerta con su
proyecto de “Patio artesanal y gastronómico” en la zona del puerto pesquero
municipal, bien puede ser el primer paso, pero hay que recorrer un largo
camino, con su correspondiente “hoja de ruta” para aprovechar positivamente “el
diamante en bruto” que la providencia nos dio. Julio Ramón Alcalde.-
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