Es un aumento de 15% en diez
años. La mayor incidencia, en sectores de bajos recursos.
Cada hora, en Argentina, nacen 13
bebés paridos por una adolescente. Son 322 nacimientos al día, 117.591
al año. Más allá de la estadística presentada por el Fondo de Población de
Naciones Unidas (UNFPA), se impone el análisis del desarrollo de esos niños con
mamás que también están creciendo, y la revolución que significa un hijo en la
vida de esas chicas. Babatunde Osotimehin, director ejecutivo de UNFPA, es
contundente: “Cuando una adolescente queda embarazada, cambia radicalmente su
presente y su futuro, y en rarísimas ocasiones lo hace para bien ”.
Si bien el embarazo
adolescente ocurre en todo el mundo y en todos los niveles socioeconómicos,
está absolutamente emparentado con la educación y la pobreza. Las chicas de
grupos marginados son, al menos, tres veces más propensas a
quedar embarazadas que sus pares de zonas urbanas más educadas.
“En Argentina la
tasa de fecundidad adolescente tardía (entre 15 y 19 años) ha descendido de
manera lenta pero contínua desde 1980 (año en que alcanzó el nivel más alto
registrado de 80 por mil) hasta el 2003 (56,7 por mil). A partir de ese año,
comenzó a ascender alcanzando en el 2010 el 67,4 por mil, lo que representa un
aumento del 17%”. Los datos son de Georgina Binstock (CENEP, CONICET) y Mónica
Gogna (IIEGE, CONICET), que hicieron una investigación subsidiada por la
Organización Mundial de la Salud y UNFPA Argentina.
Un informe de
UNICEF elaborado en base a datos del Ministerio de Salud de la Nación 2013,
también da cuenta del aumento en la tasa de fecundidad adolescente precoz (10 a
14 años), que pasó de 1,8 en 2001 a 1,9 en 2011. Es decir, la tasa de
fecundidad adolescente total aumentó un 15% en la última década. Y
representa el 15% del total de nacimientos en el país, que rondan los 750 mil
al año.
En las conclusiones
de la investigación, Binstock y Gogna sostienen que “la mayoría de los
embarazos que ocurren durante la adolescencia no son planificados ”.
Mabel Bianco, de FEIM, lo suscribe y dice que el 69% de esas madres
adolescentes no buscó ese bebé. Y que si bien la tasa de fecundidad
adolescente en el país es del 15,7%, en las provincias del Noroeste y Noreste
la tasa trepa al 25%. “Y en los embarazos precoces, de 10 a 14 años, se
entiende que hubo abuso, no han sido consentidos”, agrega. En 2010 nacieron 3.117
bebés de mamás entre 10 y 14 años.
“El embarazo en la
adolescencioa ocurre, en algo más de la mitad de los casos, cuando las jóvenes
ya están fuera del sistema educativo. Y entre quienes están aún escolarizadas el
embarazo suele poner fin a trayectorias educativas que ya presentaban
algunas dificultades”, dicen Binstock y Gogna.
¿Por qué la
situación está empantanada o incluso empeora?
“La educación
sexual no llega a la escuela, falla el sistema de salud que no atiende
correctamente a los chicos, no se accede fácilmente a los anticonceptivos”,
dice Bianco.
Para Binstock y
Gogna, “debe ponerse el foco en la calidad de la consejería anticonceptiva.
Diversificar la oferta de métodos como el DIU y los inyectables, así como
aumentar el acceso a la anticoncepción hormonal de emergencia. Son desafíos que
los servicios de salud reproductiva para adolescentes deberían encarar de
manera sistemática”.
En el mundo hay 7,5 millones
de casos al año
COMPARTIR
Según el informe de
Embarazo en la adolescencia del Fondo de Población de Naciones Unidas, cada
año, en el mundo, nacen 7,5 millones de bebés de mamás adolescentes. La
gran mayoría son embarazos no buscados. Y cada año, 70.000 adolescentes mueren
por causas relacionadas con la gestación y el nacimiento. Además, y sólo en
América Latina, se practican unos 670 mil abortos inseguros al año entre chicas
de 15 a 19 años. Cada día, 20.000 chicas menores de 18 años dan a luz en países
en vías de desarrollo (es el 95% del total de nacimientos de adolescentes del
mundo). El informe de UNFPA es claro: “El embarazo adolescente responde a la
ausencia de oportunidades y a las presiones sociales, culturales y económicas
de los contextos en los que viven.
Muchas se
convierten en madres sin desearlo, y en muchos casos como consecuencia de la
violencia sexual ”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario