Harrison Okene, un marinero nigeriano de 29 años, se mantuvo
con vida en una burbuja de aire sin
agua potable ni comida y a oscuras, mientras escuchaba a los peces devorar a sus colegas
Okene fue el único sobreviviente de una tripulación de 12 hombres. El barco pesquero en el
que trabajaba como cocinero se hundió a 32 kilómetros de la
costa de Nigeria, en el Océano Atlántico.
Lo extraordinario de su historia es
que la embarcación quedó destruida y se hundió a más de 30 metros de
profundidad. Sin embargo, tuvo la fortuna de quedar encerrado en un
sector del barco que funcionó como una burbuja de aire debajo del
agua.
En el video se puede ver el momento
en el que los rescatistas arriban tres días después del naufragio al
lugar del accidente y, mientras buscan los cuerpos de los tripulantes, se
llevan la sorpresa de encontrar a alguien con vida.
"¡Está vivo! ¡Está vivo!", grita el buzo
cuando ve que la mano de Harrison Okene toma la suya y la aprieta con fuerza.
En la secuencia siguiente se puede
ver que le entregan una botella de plástico con agua para
que se hidrate luego de tres días sin beber ni comer nada. Además, lo ubican en una cámara de despresurización para
adaptarlo a la presión del ambiente.
"Estaba allí, en la oscuridad, sólo pudiendo pensar que era el final", contó a
Reuters luego de ser rescatado.
"Podía percibir los cadáveres de
mis otros colegas. Podía olerlos. Los peces habían entrado y se
estaban comiendo sus cuerpos. Podía oír el sonido",
agregó.
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