Cuando el 7 de noviembre de 2011 la
presidenta Cristina Kirchner presentó el Sistema Federal de Identificación
Biométrica para la Seguridad (Sibios) y lo mostró como un enorme paso hacia la
modernización del Estado y la lucha contra el delito, pocos repararon en las
implicancias que tiene ese inédito programa de registro de personas, que carece
de controles externos a las fuerzas de seguridad que ya lo usan.
Pero el mundo cambió
rápido. En junio de 2013, el programador Edward Snowden reveló Prism, un masivo
y global programa de vigilancia informática de los Estados Unidos, que reactivó
el debate sobre el derecho a la privacidad y el anonimato en la era digital y el riesgo
de la hipervigilancia estatal. Ahora, varias organizaciones no gubernamentales
están lanzando su voz de alerta sobre el impacto de Sibios.
Además del uso de las
huellas digitales, el sistema -desarrollado en cooperación tecnológica con el
gobierno de Cuba- también escanea biométricamente los rasgos faciales
(ubicación de los ojos, nariz y contorno de las orejas, entre otros detalles
que no se repiten en distintos individuos).
A partir del 1° de
enero de 2015, cuando sólo el nuevo DNI tarjeta sea válido, todos los
argentinos y varios miles de turistas extranjeros estarán ingresados en esa base de datos y sobre ellos el Estado
podrá saber (si se lo propone) dónde se encuentren en todo momento cuando, por
ejemplo, sean filmados por cámaras de video de seguridad, que pueden
monitorearse online. Tras el anuncio de Sibios, Richard Stallman
-reconocido gurú global del software libre- anunció en junio de 2012 que
"nunca más volverá a la Argentina".
Y hasta el propio
Gobierno atenuó aquel entusiasmo inicial de la Presidenta y, ante la consulta
de LA NACION, tanto el Ministerio del Interior y Transporte como el de
Seguridad destacaron que la Argentina tiene una legislación "de
vanguardia" en protección de datos personales, la ley de habeas data,
sancionada y parcialmente promulgada en octubre de 2000 (es decir, antes de que
algunas de las tecnologías utilizadas siquiera existiesen).
En el Ministerio del
Interior fueron enfáticos: "Este sistema de identificación no incluye
ninguna identificación online por imágenes de video.
Permitiría, eventualmente, que la Justicia, en colaboración con las fuerzas de
seguridad, tomara imágenes obtenidas por video como prueba admisible de la
comisión de algún delito, y podría solicitarse al sistema la comparación con la
imagen facial de alguna persona existente en la base. Todos los sistemas
administrados por el Estado, y el Sibios en particular, se encuentran al amparo
y respetan los términos de la ley de protección de datos personales",
respondió esa cartera por escrito.
“Nos cuidamos más”. El sistema -que
permite también proyectar la foto de una persona hacia el futuro para
actualizar su imagen o identificar a cualquier individuo en filmaciones pasadas
usando una foto del presente- recuerda a películas como Minority
Report , en la que una división policial "precrimen" llegaba
justo antes de que el asesino concretara su delito, o Gattaca ,
en la que todas las personas tenían un perfil genético conocido por el Estado.
Un video de presentación oficial de Sibios, con el eslogan "Si nos
conocemos mejor, nos cuidamos más", estuvo durante varios meses disponible
en el canal de YouTube de la Dirección Nacional de Migraciones, pero fue
eliminado luego de que LA NACION consultara al Gobierno sobre las crecientes
críticas al sistema.
El contenido de aquel
video llamó la atención en foros internacionales donde fue presentado,
subtitulado al inglés, por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), entre
otras organizaciones que cuestionan total o parcialmente este nuevo sistema.
"Nuestra firma, nuestros ojos, la manera de caminar son características
que nos diferencian y nos hacen únicos. (...) El sistema realiza el proceso de
identificación en forma automática, y en pocos segundos ejecuta la búsqueda
sobre una base de datos de millones de huellas y rostros previamente
registrados, asociados a un número de DNI (...) Las fuerzas de seguridad de
todo el país quedan integradas en una misma base de datos pudiendo ejercer un
mayor control sobre los ciudadanos con prontuario y protegiendo la identidad
del resto de la ciudadanía. La alta tecnología del sistema permitirá en el futuro
integrar datos de voz, iris ocular e incluso del ADN", se sostenía en
aquel video.
"Las reacciones
que provocó ese video en el exterior fueron muy impresionantes. Lo que se
revela allí es que no hay ningún tipo de noción respecto de la forma en que estas
políticas afectan al derecho a la privacidad, por eso resulta tan sorprendente
para los extranjeros que lo ven. Además, la seguridad con la que nuestro país
trata sus bases de datos es nula. Hace poco detectamos, con la ayuda de
algunos hackers , y denunciamos judicialmente, que la base de
datos del padrón electoral, que se alimenta de información que también tiene
Sibio, era insegura", afirmó Ramiro Álvarez Ugarte, director de Acceso a
la Información de la ADC.
Para el gobierno
nacional, Sibios traerá múltiples ventajas. "Por ejemplo, en un accidente
podremos identificar a personas sin identificación. Es una herramienta
indispensable en prevención de delitos de suplantación de identidad tanto de
tipo económico como de trata de personas. Para el fortalecimiento de los
controles migratorios para que cada persona que ingresa en el país sea la misma
que sale y para que esa persona sea quien dice ser. Además, el sistema
multiplica la posibilidad de esclarecimiento y resolución en casos posdelito,
otorgando un soporte científico para los casos criminales", según aquel
video oficial.
Una fuente del
Ministerio de Justicia insistió: "Sibios es una herramienta que facilita
el trabajo de la Justicia porque acelera los tiempos de identificación de las
personas con una base digital que puede consultarse remotamente y que hemos
puesto a disposición de las policías provinciales con las que se establecieron
convenios". Fuerzas políticas nuevas, como el Partido Liberal Libertario
(PLL), cuestionan precisamente esto último. "El decreto 1766/11 que creó
el Sibios les otorgó una carta blanca a los organismos de seguridad allí
designados para acceder a la base de datos, sin anteponer condición alguna,
como una orden judicial, lo cual podría prestarse a abusos", dijo Adam
Dubove, coordinador nacional del PLL.
A contramano. La Argentina avanza
en esta dirección a contramano de lo que ocurre en buena parte del mundo. En
marzo de 2012, Francia declaró inconstitucional una ley que permitía el uso
policial y judicial de una base centralizada de datos porque no se habían
adoptado las prevenciones básicas para proteger derechos individuales. El Reino
Unido también tuvo un fuerte traspié con la ID Card, creada en 2006 y dejada
sin efecto en 2010 tras las fuertes críticas. En varios países europeos hay
agencias estatales de protección de datos que son independientes de los
gobiernos y responden a los parlamentos. En Estados Unidos directamente no
existe DNI y el Estado registra a los ciudadanos en función de sus necesidades:
para viajar, en el pasaporte; si trabaja, en el seguro social, y si maneja
autos, la licencia de conducir.
"Queremos
agradecer especialmente a la República de Cuba para desarrollar este software
de muy bajo costo que se integra a la AFIS [Automated Fingerprint Identification
System], que va a permitir en tiempo real conocer y saber quién es la persona
que está frente a un personal de seguridad, si es esa persona y si no es quién
es en realidad", explicó la presidenta Cristina Kirchner cuando presentó
el sistema. Desde el Ministerio del Interior confirmaron a LA NACION que
"el AFIS facial consiste en un software de propiedad intelectual y
desarrollado por profesionales cubanos, que ya ha sido implementado en otros
países".
Qué es la
identificación biométrica. El Sistema Federal de Identificación
Biométrica para la Seguridad (Sibios) se basa en nuevas tecnologías que
permiten registrar, iddentificar y localizar personas
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